Importancia de la argumentación jurídica.
IMPORTANCIA DE LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA


Por: Jorge Arturo Abello Gual.
Cuando se quiere analizar
la importancia de la argumentación jurídica como disciplina jurídica, es
necesario preguntarse ¿Qué es el derecho? Y ¿Cómo se hace el derecho?
Ambas preguntas conducen a
que la principal arma de un jurista por encima de cualquier cosa, es la
argumentación jurídica. El derecho escrito va cambiando, las sociedades van
cambiando, las relaciones humanas van cambiando y lo único que hace que algo se
mantenga o algo cambie en el derecho, son los argumentos que soportan
determinada posición jurídica.
El poder creador del
derecho en la actualidad no goza de exclusividad, por lo tanto, el derecho no
es solo lo que disponga el legislador. La autonomía de la voluntad de las
partes es fuente creadora importante del derecho, las autoridades
administrativas con su poder de regulación hacen otro tanto, pero los jueces a
los que antes se le había vedado la posibilidad de crear derecho, hoy en día no
solo interpretan la norma, sino crean derecho. El constitucionalismo jurídico,
permitió que los Tribunales Constitucionales pudieran interpretar derechos
fundamentales y principios constitucionales, teniendo incluso la potestad de
excluir normas del ordenamiento jurídico creadas por el legislador, cuando
éstas generen una contradicción abierta con las normas Constitucionales.
Los grandes debates del
derecho como son la legalización del aborto, la legalización de la dosis
personales, la legalización de la droga, los derechos de las parejas del mismo
sexo, los derechos de las minorías raciales, los derechos de las mujeres, los
derechos de las personas de la tercera edad, la eutanasia, entre otros, son debates
jurídicos guiados por toda una técnica de argumentación jurídica que permite
ponderar los derechos en conflicto y soportar razonablemente una decisión.
Hoy en día no hay duda de
que los jueces pueden crear derecho, pero este poder creador depende de los
argumentos que soporten la decisión. Pero este proceso de argumentación
jurídica no sólo lo hacen los jueces, sino toda la comunidad jurídica
implicada, puesto que para que un juez pueda fallar, se requiere que exista una
demanda, o que se de inicio a un procedimiento que implique tomar una decisión
de fondo. De ahí que los abogados litigantes, las facultades de derecho, las
autoridades públicas aporten argumentos en los debates jurídicos, y terminen
influyendo en las decisiones de los jueces.
De acuerdo con lo anterior,
todo abogado tiene también un poder creador del derecho cuando presenta sus
argumentos jurídicos y sus recursos en los estrados judiciales, haciendo
incesantemente la revisión y revaluación de los derechos, promoviendo su cambio
o reinterpretación.
En este proceso
argumentativo, también podemos encontrar el trabajo de la doctrina o la
dogmática del derecho, donde la comunidad académica también analiza, revisa,
avala o revalúa la aplicación del derecho, a partir de la argumentación jurídica.
Podemos decir entonces, que
la argumentación jurídica es la principal arma de todo abogado, que le permite
sostener una postura sobre un caso, sobre un derecho, sobre una política, sobre
una norma.
La argumentación jurídica
es el qué hacer de los abogados, es la única profesión en la que se enseña el
discurso de los derechos, y se enseña a ponderar los derechos. Todas las
personas pueden leer una norma y pueden interpretarla, pero solo los abogados
conocen las técnicas de ponderación e interpretación del derecho, que les
permiten argumentar que toda regla general, tiene una excepción, y que a veces
una excepción, se vuelve regla general. Y todo depende no del derecho, sino de
la argumentación jurídica, es decir, las razones y argumentos que se esgriman
para fundamentar una decisión.
En el derecho, se afirma
que existen casos fáciles, casos difíciles y casos trágicos.
Los casos fáciles son los
que inicialmente, la respuesta se encuentra en el derecho creado, es decir, hay
suficiente soporte en el derecho creado para dar una respuesta al caso, y su grado
de aceptabilidad en la comunidad jurídica estaría dado en más de un 90%. En
estos casos, es muy difícil que prospere un argumento en contra, y la
posibilidad de que un juez se aparte del derecho precedente es muy baja, a
menos que se presente una circunstancia excepcional que amerite un cambio
radical.
Los casos difíciles son
aquellos, cuya respuesta no se encuentra dada expresamente en el derecho
precedente, sin embargo, existen reglas, principios y derechos aplicables, que
permiten la solución razonable del caso. El grado de aceptabilidad de la
decisión en la comunidad jurídica debe ubicarse en un porcentaje mayor del 70 y
el 80%, para que la decisión tenga vocación de permanencia. Por lo anterior, el
esfuerzo argumentativo de las partes y del juez es mucho mayor, para lograr tal
grado de convencimiento. Lo que se quiere decir con esto, es que los casos
difíciles, en términos de Dworking, no existen reglas aplicables que den una
solución concreta a los mismos, pero sí se encuentran normas abiertas y
principios que siendo interpretados y redefinidos para el caso, pueden generar
una solución razonable que pueda llegar a una aceptabilidad del 70 al 80%,
dependiendo de la argumentación jurídica utilizada. Por esta razón, una
decisión mal fundamentada con malos argumentos, no se sostiene, y su
permanencia no es muy duradera, siempre va a ser una regla conflictiva que va a
conllevar su cambio o su inobservancia.
Siguiendo con esta línea,
se puede incluso afirmar, que todos los casos son difíciles, puesto que
siguiendo con el método planteado, incluso en un caso fácil, un juez analiza el
caso, revisa las pruebas y escoge la regla jurídica que va a aplicar, y para
ello, debe siempre argumentar jurídicamente su decisión en un discurso de
derecho.
Por último, se encuentran
los casos trágicos que son aquellos, tan controvertidos en la sociedad que
existen tantos argumentos en contra, como a favor, y cuya solución no deja un
grado de aceptabilidad mayor del 50%, sin embargo, la decisión se sostiene a
partir de la argumentación jurídica. En estos casos, no se trata de no existir
una solución razonable al caso, sino como dice Alexy, en temas de
argumentación, pueden existir perfectamente dos argumentos contrarios, y al mismo
tiempo totalmente razonables, donde la labor de ponderación de los derechos,
genera una obligación argumentativa titánica para resolver un caso así, tomando
como base uno de los dos argumentos en conflicto, todo con ello, buscando
justificar el porqué de la decisión.
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