El proceso o método de la argumentación jurídica en la práctica.
El gran problema a resolver
de toda argumentación, es soportar el porqué de las cosas. En el caso de la argumentación jurídica, es la
búsqueda de la fundamentación de una solución jurídica a un caso concreto, que
sería en últimas, el porqué de la solución jurídica.
Sin embargo, en este
trabajo de argumentación jurídica los juristas deben diferenciar claramente
tres conceptos:
Hipótesis.
Premisas.
Inferencias.
Conclusiones
Las hipótesis son las
ideas que surgen inicialmente para resolver un porqué. Son las ideas iniciales que surgen para dar la respuesta a un conflicto. Son trabajos
preliminares, son lluvias de ideas, surgen de relacionar los conceptos, con las
creencias y los deseos. Es la primera respuesta lógica que se produce para
resolver un problema con base en el conocimiento previo y la experiencia.
Las
hipótesis son apenas el primer paso de la argumentación, pero no es la
argumentación como tal. Las personas confunden las hipótesis con los
argumentos, pues son procesos que se generan con lógica, pero las hipótesis son esos procesos de divagación lógica, que aún no se encuentran
suficientemente soportados, y pueden ser contradictorios y por tanto rebatidos.
Por esta razón, las hipótesis, a pesar de que son un proceso importante para
crear un argumento, no son argumentos elaborados, y si el orador se fundamenta
en hipótesis, su trabajo es incompleto, no suficientemente soportado y
posiblemente muy rebatible.
La conclusión es el
resultado del estudio, es la decisión, es la postura, es la pretensión del
argumento. Si un argumento no tiene una conclusión o una pretensión, se
encuentra incompleto, puesto que no tiene un fin o una razón de ser. Nadie
argumenta para no pedir nada. Si la finalidad del argumento no está clara, la
argumentación también es difusa e incomprensible. La argumentación debe ir
dirigida a un fin o a un destino, de lo contrario se pierde su razón y su
camino.
La argumentación solo está completa cuando se crea una premisa que confirme las hipótesis iniciales, que permiten inferir una conclusión. La elaboración de un argumento implica entonces, soportar o fundamentar una conclusión a partir de argumentos lógicos convertidos en premisas, o a partir de pruebas o resultados científicos.
Las inferencias son procesos lógicos, de los cuales, se llega a una conclusión a través de premisas. De esta manera, la inferencia es el proceso que relaciona una premisa con una conclusión, es decir, se crea una relación causa-efecto, entre la premisa como causa, y la conclusión como el efecto o resultado.
En un sentido práctico, si yo
quiero tomar una postura sobre el aborto, y para ello tengo que responder sí o
no, estoy de acuerdo. Si la decisión es un sí, ya tengo una conclusión, entonces ahora tengo que
escoger los temas necesarios para sostener el sí, encuentro por ejemplo, varias ideas de las cuales puedo extraer varias hipótesis: sobrepoblación, derechos reproductivos de la mujer, ideología de género, familias
disfuncionales, maltrato, entre otros. Estos temas son hipótesis, es decir,
temas relacionados con el aborto que me pueden permitir crear premisas que me permitan inferir como conclusión la despenalización del aborto.
Ahora bien, para crear una premisa,
debo crear un argumento soportado que me permita inferir la
conclusión de despenalizar el aborto. Así las cosas, puedo decir que:
"El aborto
surge de un derecho machista, que obliga a las mujeres a parir a los hijos que
los hombres procrean, sin tener en cuenta la opinión de la mujer, que solo
tiene obligaciones y no derechos."
Este proceso lógico
práctico permite crear una argumentación plausible para cada problema jurídico
que se plantee. Este método es bien aplicable a toda investigación jurídica o
socio-jurídica, facilitando la elaboración de proyectos de investigación,
partiendo de la base de la toma de postura sobre un problema, es decir,
concretar una pretensión o una conclusión, a partir de la cual, se generan unas premisas (argumentos), que permiten realizar unas inferencias hacia una conclusión. De esta forma, una tesis jurídica o un artículo
científico se elabora a partir de una conclusión que se incluye en el título,
en la conclusión y en el resumen, y a partir de ahí, se elaboran unos
subtítulos que representan cada uno de los argumentos o premisas, que soportan la conclusión.
El mismo proceso lógico lo
debe llevar a cabo un juez al redactar una sentencia, es decir, el juez, inicia con unas hipótesis, que luego de todo el proceso, convierte en premisas, de las cuales infiere su decisión (conclusión).
Ahora bien, como las
premisas son argumentos, estos tienen una clasificación de acuerdo con su
contenido, por tanto, existe la siguiente clasificación:
Argumentos de origen.
Argumentos históricos.
Argumento de causa efecto.
Argumentos de analogía.
Argumentos estadísticos.
Argumento de ejemplo.
Argumento de autoridad.
Argumento de consecuencias
más adversas.
Argumentos de súplica.
Argumento de metáfora.
Argumento de pregunta.
Argumento de ironía.
Argumento de hipérbole.
Argumento ad fortiori.
Argumento ad contrario.
Utilizar conscientemente
los argumentos permite diversificar la carga argumentativa y soportar de mejor
forma las decisiones o las conclusiones a las que buscamos llegar.
Comentarios
Publicar un comentario