El principio de libertad: Lo que no está prohibido, esta permitido

El principio de libertad, lo que no está prohibido está permitido. 
 

En el derecho uno de los principios básicos del derecho a la libertad es que lo que no se encuentra expresamente prohibido, esta permitido. 

El principio de legalidad que dicta que nadie puede ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa, surgió de Beccaria, quien fue condenado por un juez amigo de su padre, quien le pidió condenar a su hijo a prisión, por que se enamoró y se quería casar con una mujer que no era del agrado de su padre, quien la consideraba insuficiente para su hijo. Beccaria condenado en prisión por un delito inexistente, y por capricho de su padre, en contra de su amor, se ideó el principio de legalidad, en una época (el absolutismo) en que no existían derechos, y su estancia en prisión lo convirtió en el padre del principio de legalidad que fue la bandera de la declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano, en la revolución francesa, sino que también se le considera, como el padre de los Derechos en el derecho penal, creando también principios como el de lesividad y el de Culpabilidad. 

El principio de legalidad genera por una parte, el límite al poder del estado sobre el individuo, acabando con el estado absolutista, y por la otra, que no exista restricción o prohibición sin representación, esto es, donde necesariamente debe estar el poder del legislativo, independiente de las otras ramas del poder. 

El derecho a la libertad que es tan amplio, solo puede ser limitado de dos formas, o a través de una prohibición expresa, o a través de una regulación legal. La prohibición establece la conducta que no se debe realizar, la regulación establece las condiciones para ejercer un derecho, o los eventos en que se puede y no se puede ejercer un derecho. En ambos casos la libertad es restringida, sin embargo, los tribunales legales tienen la potestad anular las prohibiciones o las regulaciones, o desconocerlas, cuando estas vulneran los derechos fundamentales más allá de lo razonable. En otras ocasiones en cambio, hay que ampliar la aplicación de la Ley a casos inicialmente no previstos, pues de lo contrario, se dejarían desprotegidos derechos fundamentales. 

De esta forma, el principio de legalidad surge con unas grietas, que le corresponden a los jueces y a los abogados abrirlas o cerrarlas, partiendo del discurso de los derechos, del método de la ponderación y de los principios de proporcionalidad y razonabilidad. 

Con un ejemplo de manual se puede explicar los problemas que se pueden presentar: Si en un tren se coloca la prohibición de prohibido ingresar perros y gatos, pero llega una persona con un oso, que dice tener derecho a ingresar al tren con su oso, porque el letrero no dice nada de no subir osos, que regla de derecho puede resolver el problema? Si la finalidad de la norma es, que los pasajeros no sean molestados ni corran peligro por gatos o perros, con mayor razón se debe limitar la entrada de un oso, pues seria mucho más la molestia y el peligro que sufriría los pasajeros. Aquí la prohibición quedo corta, y le toca al intérprete ampliar su sentido, en razón a la finalidad de la norma. 

Otro ejemplo, si una mujer lleva a su bebé en un carrito o coche, y llega al parque donde hay un cartel que prohíbe el ingreso de carros y motos, a ella, no se le puede prohibir la entrada al parque argumentando que no puede ingresar el carrito de su bebé, pues esta prohibido el ingreso de carros. En este caso la prohibición no puede aplicar, porque el fin de la norma busca proteger a las personas del parque de carros y motos, y no de un carro de bebé. 

Así las cosas, el principio de que lo que no está prohibido, esta permitido, genera muchas soluciones, pero en otros casos, no es aplicable cuando se pone en riesgo otros derechos. 

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