Las tres artes de un abogado

La lectura, la escritura y una buena expresión oral, son tres artes que debe aprender y practicar un abogado, y ello no es sencillo, pues en muchas ocasiones, las personas no logran desarrollar las tres artes al tiempo y en la misma medida. 

La lectura es un hábito, que implica tiempo y disciplina. Leer, comprender, memorizar, descifrar, interpretar y por último utilizar un escrito, para crear un documento o un argumento oral, es todo un proceso intelectual, que les cuesta a quien no tiene el hábito o quien no tiene la capacidad para procesar, digerir y utilizar dicha información a su favor. 

La lectura en el derecho requiere de mucho análisis para encontrar contradicciones y concordancias, interpretar los hechos, las pruebas, las normas y los contratos. Es una lectura donde la persona debe estar alerta al detalle, con un propósito puesto a favor de una tesis, y por eso, no se puede leer superficialmente, y se debe releer hasta comprender. Para hacer una buena lectura en el ámbito jurídico, se debe subrayar los apartes importantes o transcribirlos, para no perderlos, o sustraerlos en un copia y pega para ir armando las bases del escrito o el borrador del discurso, y a partir y con base en la lectura, se debe armar un esquema mental luego de procesar la información.

La expresión oral, es extremadamente importante para un abogado, sobre todo para darse a entender, explicar, preguntar, y argumentar en una reunión o en una audiencia. El abogado orador, debe organizar las ideas, escoger un buen tono de voz, mirar a su audiencia, captar la atención del público, tener sincronía entre lo que esta hablando y lo que su cuerpo expresa, trasmitir empatia, y escoger muy bien las palabras y las frases. El esquema de un discurso oral, es diferente al escrito, se deben hacer notas, pero no se puede escribir todo lo que se va a decir, porque se termina leyendo y perdiendo la expontaneidad y el impacto del discurso en la audiencia. Para hacer un buen discurso, el abogado debe elegir las palabras que le recuerden lo que va a decir, y organizar el discurso por temas. Se debe practicar antes el discurso hablando en voz alta o mentalmente. Igualmente se debe escoger los temas mas fuertes para el comienzo y para el final, comience y termine fuerte, así capta de entrada a la audiencia y la mantiene expectante hasta el final.

En la parte escrita, la precisión y sencillez de un escrito son importantes. Se debe organizar los temas muy meticulosamente, y se deben hacer las citas necesarias para que impacten al lector. La coherencia y la Lógica deben corregir cualquier contradicción, a diferencia de un discurso oral, el escrito es más exigente en precisión, tanto en el significado de las palabras, como de la escogencia de las citas, frases y argumentos que se van a utilizar. Los escritos deben contener todo lo que se quiere decir, de la mejor forma posible, con una estructura clara y con la menor cantidad de errores, sin ello, el lector se cansa, se fastidia y pierde la concentración para entender lo que esta leyendo. 

Por regla general un escrito debe tener 1) una corta introducción, donde el lector sepa para que va a leer el escrito. 2) Debe tener una tesis, sustentada con varios argumentos,  que permita al final, 3) llegar a una conclusión lógica, y en el ámbito del derecho, un escrito jurídico de terminar, o con una solicitud o con una decisión.