UN ABOGADO SIEMPRE SERÁ UN ESTUDIANTE


Una de las carreras en las que uno no deja de estudiar, de aprender y de ganar experiencia es el Derecho. 

El abogado aprende de cada caso algo nuevo, en cada caso adquiere más experiencia, es un constante proceso de aprendizaje teórico y práctico.  Siempre existe esa dualidad práctica y teórica que complejiza el trabajo, la atención a los detalles es clave, la organización, la preparación y el manejo de las personas, los tiempos y las pruebas.

Se puede decir como decía Heráclito: "Nadie se baña dos veces en un mismo río". Los casos pueden ser similares, pero las personas son diferentes, las pruebas pueden variar, y lo que antes funcionó en un caso, en otro, deja de funcionar dependiendo de las circunstancias, por eso, una de las palabras que tienen que saber utilizar los abogados es: "Depende"

En el derecho se busca que exista seguridad jurídica, que exista igualdad entre las partes, pero en el derecho existen muchas variables, y por ser una ciencia social, no es una ciencia exacta, a pesar de que se busque que se le de trato igual a las personas que tengan un caso similar, por lo que se tiene como principio orientador el de: "igual situación de hecho, igual solución de derecho"

Precisamente la lógica de la Ley que es una regla de solución a un caso, de forma general y abstracta que se aplica a casos particulares, busca que el operador jurídico resuelva todos los casos similares con base en dicha regla. 

En igual forma, el sistema de precedentes judiciales también busca que las soluciones de derecho sean predecibles y brinden seguridad jurídica, en donde la regla jurídica que dio solución a un caso particular a través de una sentencia, se le aplique de forma analógica a casos similares.

Las normas y los precedentes no permanecen estáticos, cambian o son reformados o reformulados de acuerdo como va evolucionando la sociedad, y el abogado tiene siempre que estudiarlos, y aplicarlos diariamente en su trabajo.

La lucha diaria de un jurista es aprender del derecho, aprender de la sociedad, y buscar la mejor solución jurídica a un problema que tiene componentes psicológicos, económicos, políticos, sociales, médicos, biológicos, etc.

El abogado no solo debe saber de derecho, sino que debe ser lo suficientemente culto, para aprender y comprender el mundo que lo rodea, y por eso, es un estudiante que nunca deja de aprender.




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