Tu trabajo debe ser tu pasión

 

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El papá de un amigo me dijo un día, hay dos decisiones muy importantes que debe tomar todo hombre para tener un buen futuro, la primera es escoger a su pareja, y la segunda, es escoger su profesión.

Y en efecto, tanto lo uno como lo otro van ligados a la felicidad, pues son decisiones personales que nadie puede tomar por ti, y de las cuales va a depender tu futuro, pues la pareja es la estabilidad, el hogar, la familia, el apoyo, el amor, y el trabajo es lo que vas a hacer en el futuro, y de lo cual vas a vivir.

El trabajo debe ser algo que te apasione, que te guste, que te realice como persona, encontrar el qué hacer no solo que te de gratificación, sino que te permita ganar lo necesario para hacer todo lo que tienes pensado hacer en tu vida, como viajar, estudiar, invertir, crecer, comer y comprar lo que necesites y quieras.

En el trabajo hay días excelentes, días buenos, días regulares y días malos, todos hay que afrontarlos de la mejor manera, y saber que siempre que hay retos por resolver y nuevas cosas que aprender.

El trabajo te moldea como persona, te enseña, te confronta, te reta, y si además es tu pasión, es doblemente gratificante. La mayor parte del día vives trabajando y produciendo, ya sea para ti, para una empresa o para tu familia, y por eso debe ser algo que te guste hacer, pues te ocupa la mayor parte de tu tiempo.

El trabajo es una actividad de continuo aprendizaje y perfeccionamiento. Si bien existen algunas actividades monótonas y manuales, el mundo de hoy en día obliga a aprender cosas nuevas con la tecnología, y los procesos siempre se van mejorando y son muy cambiantes.

No siempre lo que se quiere, coincide con lo que se hace, pero siempre se debe luchar por alcanzar lo que se quiere.