¿QUE PIENSAN LOS ABOGADOS?


En la teoría jurídica siempre está presto el debate entre los que defienden la aplicación de una norma, y los que atacan la obediencia de la misma.

El eterno debate entre positivismo y iusnaturalismo, entre los que defienden la validez del derecho para garantizar la seguridad jurídica, en cuanto se pueda determinar previamente el trato de todas las personas ante la Ley, así como su obediencia y fuerza normativa, y los que critican los efectos de una norma a ultranza, por considerarla inadecuada o contraria a los derechos que busca proteger.

En el positivismo rígido se oculta la infamia del fascismo, dura es la Ley pero es la Ley, eso le dijeron a los judíos en su momento. La ley no es Ley por el simple hecho de haber sido creada por un órgano competente para ello (Poder legislativo), de ahí que Gandhi tenga razón en parte, pues es muy difícil obedecer una Ley injusta, pero la desobediencia civil a ultranza, destruye la civilización y conduce a la anarquía o al estado de naturaleza de que habló Hobbes.

Los tribunales constitucionales dispuestos en los Estados democráticos, tienen como principal función proteger los derechos humanos de los ciudadanos, de la dictadura de las mayorías. En la democracia, las decisiones se toman a través de las mayorías, y no siempre esas decisiones son las más respetuosas de los derechos humanos, por ello, los derechos humanos se constituyen como una protección del individuo anti-democrática, es decir, los derechos humanos no dependen de la decisión mayoritaria en un congreso, o en una elección de un gobernante, en tal sentido, que los derechos no son lo que piensen una mayoría, sino un concepto abstracto dirigido a proteger a los individuos del Estado y de las demás personas. Los derechos no son conceptos rígidos y determinados, sino conceptos variables, y determinables, el derecho es una creación humana que se adapta al ritmo de la sociedad que está dirigido a regular.

Y por eso, ni Sócrates ni Gandhi tienen toda la razón, pues los derechos no son ni lo que la mayoría haya decidido, ni tampoco, lo que la mayoría haya decidido no obedecer. Es más, Sócrates murió defendiendo su postura en un juicio en el que fue vencido por las mayorías, y del que decidió no salvarse para dar su ejemplo, y Gandhi fue asesinado por sostener la desobediencia civil, que liberó a la India del imperio Británico. Ambos fueron mártires de sus posturas.

Todo abogado debe entender este dilema del derecho, en el que existen normas que se deben obedecer, pero otras que se deben omitir y cambiar, por eso hay quienes dicen que existe una diferencia entre aplicar el derecho y hacer justicia, la visión de Sócrates está más relacionada con aplicar el derecho, y la de Gandhi de hacer justicia, sin embargo, una visión unificadora de estas dos posturas diría que no puede haber un derecho injusto, es decir, que ambos no se pueden entenderse por separado y que son uno solo, lo que al parecer concuerda con la frase de Gandhi.

Por esta razón, cada vez que le preguntas a un abogado por un caso, la respuesta más precisa es: Depende... por qué? Por que en el derecho no todo se encuentra escrito, porque existen reglas y principios, porque existen dos argumentos contrarios totalmente lógicos y válidos, y por que no solo es lo que alegues en derecho, sino lo que puedes probar.

En el derecho hay muchos abogados y jueces que piensan como Sócrates, pero también hay muchos otros que piensan como Gandhi, y todos los días se enfrentan en audiencias y tribunales.

¿Qué piensan los abogados?  Todo esto y mucho más...


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