Deben los abogados solo ganar juicios?

 


Esta es una frase muy significativa en el ejercicio del derecho. Por un lado señala el propósito o finalidad de todo abogado, que en parte significa el éxito profesional. Y por otro lado, implica una exoneración de responsabilidad de la consciencia, esto es, que el abogado debe mantener su consciencia tranquila a pesar, de que gane un juicio de una persona que sabe que es responsable.

El abogado debe buscar ganar los juicios, eso es uno de los propósitos, más no él único. El abogado debe negociar, debe convencer, debe argumentar y debe buscar la mejor manera de que unos hechos tengan la mejor solución jurídica para su cliente. Lo que no se puede perdonar de un abogado es que pierda un caso por negligencia, o permita que condenen a un inocente teniendo todas las pruebas. Pero también debe tenerse en cuenta que existen casos complicados, y que a pesar de tener la razón o a un cliente inocente, no hay cómo probarlo.

En relación con la consciencia, los abogados debemos lidiar con la carga anímica de los resultados de la justicia. En muchas ocasiones, nos esforzamos y los resultados no son los esperados. En otras ocasiones, con poco esfuerzo se logran los resultados. Existen muchos factores para ello, algunos depende de quién sea tu cliente, de quién sea tu contraparte, de quién sea el juez de la causa, y qué repercusiones tiene la decisión que tiene que tomar el juez.

Cuando tu clientes es una persona importante pero con buena imagen, las cosas pueden ser un poco más llevaderas, que cuando tu clientes es una persona importante pero odiada. Así mismo, cuando tu contraparte es una persona con buena imagen o despierta compasión o empatía hacia ella, las cosas se complican. En otras ocasiones, los fallos tienen implicaciones políticas, y ello impide que el derecho actúe de forma independiente.


En el caso del juez, este sin duda es una persona muy importante, es el que va a decidir el asunto, y hay jueces de todo tipo, los de carácter fuerte que regañan, los que son callados y solo escuchan, los analíticos, los ponderados y los políticos. Cada juez tiene un perfil diferente, y actúan con base en su personalidad, utilizan las leyes y la jurisprudencia como instrumentos de sus fallos, pero ellos son los que desde el inicio se toman una impresión del caso, basados en sus experiencias anteriores. A los jueces hay que convencerlos y tratarlos con respeto, y enfrentarlos cuando se exceden o favorecen a la contraparte injustamente.

Saber cómo tratar al juez es muy importante, y conocer su carácter y sus posturas jurídicas, es importante porque el será el que va a decidir un asunto con base en su conocimiento y experiencia. Los jueces son seres humanos y como tales reaccionan.

Los jueces tratan de ser lo más objetivos, sin embargo, todo lo que pasa por un pensamiento, se mezcla con sus experiencias y sentimientos, y se convierte en subjetivo. Así las cosas, si bien las leyes y la jurisprudencia son inicialmente claras en algunos asuntos, el debate termina trasladándose al plano probatorio, donde la percepción e interpretación de las pruebas es mucho más subjetivo.


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