Errores comunes en el interrogatorio.






PRIMER ERROR.

Es muy un error común en que incurren los abogados en sus inicios en un interrogatorio. Seguir preguntando sobre un mismo tema en formas diferentes a pesar de que no recibe una respuesta, el testigo responde con evasivas o se sale por la tangente. En estos casos, el abogado debe siempre concentrarse en las respuestas que quiere, para formular las preguntas que conducen a las respuestas. Debe tener claro que un sí, un no, un no recuerdo o una respuesta evasiva también es ganancia.  No debe darle la oportunidad al interrogado de que aclare o que justifique su respuesta, porque ese es el trabajo de su contraparte.

Un abogado no debe ensañarse con un testigo, esto significa que no debe hacerle más preguntas de las necesarias para probar un punto. No se trata de un fusilamiento público, no se trata de humillar al testigo, se trata de sacarle la información necesaria para ganar el caso, de la forma más elegante.

En la mayor parte de las películas de Hollywood, el testigo se exaspera con las preguntas, se irrita, pierde la cordura y termina confesando el hecho. Eso no ocurre en el mundo real. En el mundo real, se miente descaradamente, se guarda silencio o se responde erradamente con nerviosismo.

Lo importante de un contrainterrogatorio es tener las preguntas que puedan evidenciar una contradicción o un hecho que sea importante para la teoría del caso.  Cuando se logra lo anterior, se ataca la credibilidad y la coherencia del testigo.  

EJEMPLO.

Abogado: Señor, le voy a mostrar un documento... (Es un mensaje que contiene una amenaza). ¿Reconoce usted ese documento?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Usted lo escribió?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Puede leer su contenido?
Testigo: Tú sabes cómo son estás cosas... Si no pagas... no solo iré contra ti, sino contra tu familia si es necesario".

ERRORES: Seguir preguntando:

Abogado: ¿Por qué escribió eso? 
Esto es un error, porque permite al testigo justificar o dar alguna escusa.

Abogado: ¿A qué se refería cuando escribió eso?
Preguntar esto, es un error porque permite al testigo distorsionar la idea.


SEGUNDO ERROR.

Terminar el interrogatorio antes de tiempo o de forma anticipada, luego de alcanzar un objetivo, también es un problema común que se presenta en la práctica. A veces pensamos que ciertas afirmaciones o negaciones son suficientes para lograr el convencimiento de toda la sala, y muchas veces se puede quedarse corto.

Por ello, es necesario ir llevando al testigo hacia un callejón sin salida, y luego corroborar, reafirmar o resaltar su error, y que ese error quede suficientemente claro, sin necesidad de ensañarse con el testigo.

EJEMPLO:

Abogado: ¿Cuándo fue la última vez que vio a difunto?
Testigo: El día de su muerte.
Abogado: ¿Qué estaba haciendo usted en esos momentos?
Testigo: Los dos estábamos discutiendo sobre un tema de trabajo.
Abogado: ¿Era una discusión fuerte?
Testigos: Se podría decir que sí.
Abogado: No más preguntas señor juez.

Esto es un error, pues el abogado había logrado que el testigo dijera que hubo una discusión y que era acalorada, pero ello no es suficiente para probar un móvil para un homicidio, era necesario profundizar en ese tema:

Abogado: ¿Cuándo fue la última vez que vio a difunto?
Testigo: El día de su muerte.
Abogado: ¿Qué estaba haciendo usted en esos momentos?
Testigo: Los dos estábamos discutiendo sobre un tema de trabajo.
Abogado: ¿Era una discusión fuerte?
Testigos: Se podría decir que sí.
Abogado: ¿Por qué discutían?
Testigo: Por unos negocios que no salieron bien.
Abogado: ¿Qué negocios?
Testigo: Habíamos vendido un camión, pero los compradores no habían pagado y eran conocidos de él, y yo le dije que les cobrara, para que pagarán.
Abogado: ¿Y él qué le dijo?
Testigo: Que había que esperarlos, que ellos no tenían la plata por ahora.
Abogado: ¿Y qué le dijo usted?
Testigo: Que ellos debían pagar como sea, que necesitábamos ese dinero urgente para pagar las cuentas..
Abogado: ¿Y qué le dijo el después?
Testigo: Qué hiciera lo que quisiera, porque ellos no iban a pagar. Y que me fuera al diablo.
Abogado: ¿Se gritaron después de eso?
Testigo: Sí
Abogado: ¿Se insultaron?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Se agredieron físicamente?





TERCER ERROR.

El otro error es el de afirmar en vez de preguntar. Ese es otro de los errores de los abogados, están acostumbrados a argumentar y no a preguntar. En un interrogatorio no se argumenta, se pregunta, y cualquier afirmación va fuera de lugar. Las afirmaciones deben provenir del testigo, que es el protagonista de un interrogatorio, el abogado solo tiene derecho a preguntar. 

No se admiten las preguntas sugestivas, es decir, que el abogado en la pregunta sugiere la respuesta, pero ello no quiere decir, que se pueda presentar una pregunta luego de dar un contexto, luego de citar una afirmación previa del testigo. Lo importante de un interrogatorio es fundar las bases, esto es, hacer las preguntas que vayan llevando al testigo a una pregunta crucial. Muchos abogados son muy torpes para hacer esto, y terminan argumentando, formulando preguntas confusas, y  preguntas sugestivas.

EJEMPLO

Abogado: ¿Usted le disparó al señor Fernando?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Usted cree que fue prudente dispararle con su arma de dotación a un manifestante, cuando no había ningún tipo de agresión física en contra suya?

CORRECCIÓN.
Abogado: ¿Usted le disparó al señor Fernando?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Qué estaba haciendo el señor Fernando cuando usted le disparó?
Testigo: Estaba gritando.
Abogado: ¿Qué estaba gritando?
Testigo: No recuerdo.
Abogado: ¿Le estaba gritando a usted?
Testigo: No, gritaba cosas en contra del gobierno.
Abogado: ¿El señor Fernando gritó algo en su contra?
Testigo: No.
Abogado: ¿Estaba el señor Fernando agrediendo a alguien físicamente en ese momento?
Testigo: No.
Abogado: ¿El señor Fernando se encontraba armado o tenía algún arma en ese momento?
Testigo: No.
Abogado: De acuerdo con el protocolo que maneja la policía en las manifestaciones públicas ¿Podía usted dispararle?

CUARTO ERROR.

En muchas ocasiones, los abogados llevan los interrogatorios prediseñados, y a veces no se dan cuenta que ya las preguntas se hicieron, o que el testigo respondió ya ciertas situaciones relacionadas con las preguntas. También suele pasar que se termine preguntando lo mismo de diferentes formas. Igual también es un error común, cuando el abogado no ha prestado atención al interrogatorio y termina reiterando varias preguntas que ya le habían realizado al testigo.

EJEMPLO.

Abogado: ¿Dónde estaba la noche de los hechos?
Testigo: Estaba con mi esposa en una comida familiar?
Abogado: ¿Y qué estaba haciendo?
Testigo: Estaba en una comida familiar...

Abogado: ¿Usted le hizo la autopsia al cadáver del señor Rodrigo?
Testigo: Sí así es.
Abogado: ¿Y cómo supo que estaba muerto?
Testigo: Por que estaba tendido en la mesa de la morgue sin signos vitales.
Abogado: ¿Por qué murió?
Testigo: A causa de un accidente de tránsito, donde sufrió un grave trauma en la cabeza.
Abogado: Y según su experiencia... ¿Cuál fue la causa de muerte?

QUINTO ERROR

Por último, es muy importante mantener la compostura, aunque no sea fácil, el abogado no debe demostrar nervios ni rabia, debe mantener la calma y la decencia para no generar antipatía en su postura.

EJEMPLO:

Abogado: ¿Conoce usted a Laura?
Testigo: Sí, tuvimos una relación sentimental.
Abogado: ¿Sabía que Laura tenía 11 años?
Testigo: Al inicio, no le pregunté la edad, pero luego de que nos hicimos novios, sí supe su edad.
Abogado: ¿Cuánto tiempo duró esa relación sentimental?
Testigo: 3 meses.
Abogado: ¿Tuvieron relaciones sexuales?
Testigo: Sí, luego de un mes, comenzamos a tener relaciones sexuales.
Abogado: ¿Cuántas veces por semana tenían relaciones sexuales?
Testigo: De tres a cinco veces por semana.  Ella era la que me buscaba.
Abogado: ¿Cuántos años tiene usted?
Testigo: 20 años.
Abogado: Le parece a usted normal tener relaciones sexuales con una niña de 11 años hasta cinco veces por semana, y luego decir que ella era la que lo buscaba, depravado sexual... maldito imbécil.


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